Las pinturas actuales de Soriano se muestran diversas en su formato pero, sobre todo, en su planteamiento conceptual y desarrollo formal, entre las piezas presentes en la primera sala de la galería, destacan obras monocrómas de gruesos empastes y generosa pincelada, se trata de lienzos montados sobre una base gruesa de madera que sobresale del muro, variando su profundidad entre los 7 y 10 cm, de este modo, las espesas capas de pintura se separan de la pared, transformándose en auténticos relieves pictóricos. En la sala segunda se contemplan acrílicos sobre lienzo de gran formato en los que el aspecto homogéneo de los campos de color contrasta con las piezas anteriores, mediante una técnica precisa, crea superficies lisas en las que el pigmento se muestra como una segunda piel del soporte, subrayando el planismo de las superficies y sus límites. Es en esta disparidad de planteamientos donde encuentro los principales hallazgos del artista, en obras que, por su fuerte “carácter” y radicalidad, conforman un conjunto, una instalación en la que la generosidad matérica, el espacialismo y el valor escultórico, despiertan sensaciones diversas que parecen dialogar, o incluso pelear, con el lugar y con nosotros mismos. Se propicia una comunicación poco frecuente con unas obras que parecen contradecir el título de la muestra -Pinturas-, entrando en juego otros aspectos como volumen, densidad y peso.
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